En un mercado frente al estanquillo con el rótulo La Suiza, algunos transeúntes observan con vivo interés la transmisión por televisión del IV Informe del Presidente Miguel Alemán. Al igual que estos espectadores, centenares de personas vieron—en los establecimientos comerciales que contaban con televisiones—lo más cerca posible la figura del licenciado Alemán. De acuerdo a la nota “Amplia difusión del Informe por Radio-Televisión”, publicada en El Nacional el 2 de septiembre de 1950, lo que cautivó fue:
[…] la transmisión por televisión de las obras realizadas por el Gobierno, ya que, por vez primera, al mismo tiempo que el Presidente abordaba esos importantes puntos, las pantallas receptoras ofrecían al público reproducciones de escenas captadas en las ceremonias inaugurales de las obras mencionadas.