En 1953 Juan Guzmán realizó un reportaje acerca de los cilindreros. No obstante, fotografías de este personaje se remontan a finales de 1939, cuando trabajó para el periódico Novedades la nota gráfica “El cilindrero”, publicada el 3 de enero de 1940. El texto de Sanchis Nadal rescata, de entre la vorágine de la urbe moderna y su acelerado ritmo de vida, a esta pintoresca figura:
“Existe un tipo que ha sobrevivido a la debacle y que subsiste aún en nuestro medio con una personalidad indestructible: el cilindrero. Cargado con su enorme aparato, el hombre continua su constante deambular por calles y plazas, llenando el ambiente citadino con las notas dulzonas de música lánguida, que es mezcla de armonium, de órgano y de flauta […] ejecuta su música en todas partes”.